Durante la segunda jornada de las audiencias orales de la disputa maritima entre nicaragua y colombia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Bogotá afirmó que las pretensiones de la nación centroamericana, de delimitar su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas y dentro del espacio de otro país, pueden tener «implicaciones mundiales».
Eduardo Valencia-Ospina, agente y principal representante de Colombia, aseguró que la demanda de Nicaragua «tiene implicaciones mundiales de las más preocupantes, ya que constituyen un desarrollo lamentable para la Corte en su rol fundamental de garantía de la justicia y la paz».
Y agregó que la propuesta nicaragüense «producirá un patrón desordenado de parches jurisdiccionales en el Mar Caribe» lo que, a su juicio, justifica el rechazo de la demanda.
También manifestó que la petición «no tiene precedentes» y que aseguró que Nicaragua «pertenece al club minúsculo y exclusivo de países que cree que las plataformas continentales extendidas pueden invadir los derechos de 200 millas náuticas de otros Estados».
Valencia-Ospina, además, recalcó que si se concedieran las 200 millas náuticas, se estaría violando la soberanía.
“¿Puede la demanda de un Estado a una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas cruzar y amputar los derechos de otro Estado dentro de sus 200 millas náuticas de costa marítima? Una respuesta corta es: no”, resaltó.
El agente también se enfatizó en que la postura de Colombia se ajusta al Derecho Internacional Marítimo y “está reforzada respaldada por la práctica de los Estado, y está en línea con los puntos de vista de los Estados vecinos del mar Caribe que han protestado contra la petición desorbitada” de los nicaragüenses, como Jamaica, Costa Rica y Panamá.
Rechazo inminente
El equipo jurídico colombiano está conformado por Valencia-Ospina, la coagente y embajadora de Colombia ante Países Bajos, Carolina Olarte Bácares, la coagente Elizabeth Taylor Jay, el asesor Gabriel Cifuentes Ghidini y el coordinador especial Andrés Villegas Jaramillo, estuvo acompañado por el ministro de Exteriores, Álvaro Leyva.
Al terminar la sesión, el canciller dijo a la prensa que Colombia insiste en que «no existe, bajo el derecho internacional consuetudinario, normas que le permite a un estado sobreponer sus pretensiones de una plataforma continental extendida sobre las zonas de otro estado».
También, enfatizó que, en caso de aceptarse las pretensiones de Nicaragua se crearía un precedente peligroso: «Obviamente no hay un antecedente, y nosotros no vamos a ser los que nos vayamos a prestar para que suceda algo que tenemos que evitar a toda costa» .
El lunes comenzaron las sesiones orales para escuchar los argumentos de ambas partes sobre dos temas claves que pidió la Corte: si la plataforma continental de un Estado puede extenderse dentro de las 200 millas náuticas de otro y, dos, los criterios en el derecho internacional consuetudinario para la determinación de la delimitación de esa naturaleza.
Carlos Argüello, principal representante de Nicaragua ante La Haya, dijo el lunes que “la posición de Nicaragua es que la plataforma continental, como las áreas marítimas que se superponen entre estados, deben ser delimitadas de acuerdo con el derecho internacional”.
El miércoles y el viernes se llevarán a cabo más sesiones orales con las respuestas a los alegatos de ambos países.
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