La alerta llega en medio de las peores inundaciones en una década, que han asolado Nigeria, Chad, Níger, Burkina Faso, Malí y Camerún.
ACNUR La portavoz Olga Sarrado dijo que cientos de personas habían muerto en Nigeria, donde las inundaciones en el noreste barrieron los sitios para desplazados internos y las comunidades de acogida en los estados de Borno, Adamawa y Yobe.
Crisis, es ahora
La Sra. Sarrado agregó que las temperaturas en el Sahel también están aumentando 1,5 veces más rápido que el promedio mundial:
“La crisis climática está ocurriendo ahora, destruyendo los medios de subsistencia, interrumpiendo la seguridad alimentaria, agravando los conflictos por los escasos recursos y provocando desplazamientos”.
Más de 1,3 millones de personas han sido desplazadas hasta el momento en Nigeria y 2,8 millones se han visto afectadas por las inundaciones, con tierras de cultivo y carreteras sumergidas.
En los países del Sahel central (Níger, Malí y Burkina Faso), las lluvias e inundaciones superiores a la media han matado a cientos, desplazado a miles y diezmado más de un millón de hectáreas de tierras de cultivo.
“Los países y las comunidades que se encuentran en la primera línea de la crisis climática necesitan apoyo y financiamiento urgentes para construir defensas, adaptarse y minimizar las consecuencias más dañinas”.
‘Peligrosamente’ subfinanciado
Para ayudar a los más necesitados en África Occidental y Central, ACNUR hizo un llamado a todos los donantes para obtener apoyo urgente, ya que sus operaciones humanitarias están “peligrosamente y crónicamente insuficientes”.
“En Chad, solo se ha recibido el 43 por ciento de los fondos que ACNUR necesita en 2022. Nuestras operaciones de 2022 en Burkina Faso están financiadas solo en un 42 por ciento. Cuando quedan menos de dos meses, hemos recibido el 39 por ciento de los fondos necesarios en Nigeria y el 53 por ciento en Níger”, dijo la Sra. Sarrado.
Lo peor en 40 años
Más allá del Sahel, recordó que estamos presenciando la peor sequía en 40 años y la amenaza de hambruna en el Cuerno de África, una devastadora temporada de ciclones en Mozambique e inundaciones históricas por cuarto año consecutivo en Sudán del Sur y Sudán.
“El clima extremo en todo el continente africano en 2022 mató a cientos y obligó a millones a huir de sus hogares”, dijo a los periodistas.