La Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica (SAHRC) ha iniciado su segunda ronda de sesiones sobre denuncias de brutalidad policial durante los desalojos de tierras en el Cabo Occidental.
El comisionado Chris Nissen dice que han recibido varias quejas en el sur del Cabo y Ciudad del Cabo sobre denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas del orden durante las mudanzas y demoliciones de chozas.
Las primeras audiencias fueron en Knysna a principios de este año.
La SAHRC dice que los invasores de tierras se quejan de agresiones, de ser maltratados e insultados por agentes de la ley durante los desalojos. Dicen que sus muebles se rompen.
Las quejas provinieron de comunidades en Khayelitsha, Mamre, Atlantis y Mfuleni, entre otras.
El primer testigo, Taurique Jenkins de C9 Coalitions, ha contado en la sesión la supuesta agresión en el campo de refugiados de Strandfontein. El campamento fue abierto por la ciudad de Ciudad del Cabo como respuesta al COVID-19 para albergar a personas sin hogar.
Jenkins dice que la gente del campamento estaba traumatizada.
“Cuando hubo disturbios, en realidad se encontraron con equipo antidisturbios de las fuerzas del orden y venían al campamento, y como resultado, las personas resultaron heridas. Describiría el campamento como psicológicamente brutal, describiría simplemente la mera presencia de ese nivel de maquinaria y militarización que creó un entorno psicológico brutal que en sí mismo es excesivo”.
Nissen dice que los compromisos comunitarios dirigidos por líderes comunitarios habrían sido preferibles durante estos supuestos enfrentamientos. Dice que hay casos de desalojos legales cuando se presenta una orden judicial, pero dice que el objetivo es encontrar una solución sostenible.
“Luego convocamos estas audiencias para escuchar a todas las partes, para decir que hemos recibido estas quejas, y en lugar de escuchar todas las quejas, decimos que reunamos a todas las partes en términos de sus alegatos e informes y nos dicen sus lado de su historia.”
Esta semana, la Comisión escuchará las quejas de personas y organizaciones. Les seguirán las agencias gubernamentales, incluidas Ipid, las agencias de aplicación de la ley de la ciudad de Ciudad del Cabo y los valores privados que a veces son llamados para efectuar desalojos. Luego se compilará un informe con recomendaciones.