El microambiente que rodea a los tumores en el cáncer de mama HER2+ los protege y les ayuda a desarrollar resistencia al tratamiento más utilizado, el anticuerpo monoclonal trastuzumab. Y un tipo particular de célula en este microambiente, los fibroblastos, juega un papel clave en este proceso. Estas células tienen la capacidad de bloquear el sistema inmunitario y, por lo tanto, proteger el tumor. Encontrar una manera de superar esto aumenta la capacidad del tratamiento para matar las células tumorales.
En concreto, es la presencia de fibroblastos activados por TGF-beta, que expresan una molécula denominada FAP, la que protege al tumor de la acción de las células inmunitarias. Trastuzumab tiene la capacidad de dirigirse a las células cancerosas que presentan niveles elevados de la proteína HER2 y, cuando se une al cáncer, activa una fuerte respuesta inmunitaria, que es uno de los principales contribuyentes a su eficacia contra el tumor. Sin embargo, en muchos tumores, el sistema inmunitario no puede atravesar el microambiente que rodea al tumor para eliminarlo. Esto genera resistencia al tratamiento y aumenta la capacidad de este tipo de cáncer para evadir el fármaco y proliferar aún más. Este mecanismo ha sido descubierto por un equipo de investigadores del IMIM-Hospital del Mar y del CIBER Centro de Investigación Oncológica (CIBERONC) en un estudio que ha sido publicado en la revista Comunicaciones de la naturaleza.
Los autores también han identificado una forma de superar la capacidad del tumor para protegerse y permitir que el sistema inmunitario actúe sobre las células tumorales. Usando un modelo ex vivo, es decir, un modelo que incluye células vivas de pacientes con cáncer de mama, los investigadores han demostrado que al dirigirse a las moléculas de FAP expresadas en fibroblastos con inmunoterapia, esta capacidad para evitar el acceso de las células inmunitarias puede revertirse. «Cuando esta molécula, FAP-IL2v, se agrega a un tumor recreado ex vivo que contiene este microambiente resistente al tratamiento, en contacto con células inmunitarias, se restablece la eficacia de trastuzumab», afirma el Dr. Alexandre Calon, autor principal de la investigación y jefe del Laboratorio de Investigación Traslacional en Microambiente Tumoral del IMIM-Hospital del Mar. Cabe señalar que el modelo generado utiliza células humanas y también es aplicable a otros tipos de tumores.
El estudio ha validado los resultados con tres cohortes de pacientes y más de 120 muestras. En todos ellos se encontró que los niveles de activación de los fibroblastos estaban directamente relacionados con la capacidad del sistema inmunitario para actuar sobre el tumor. A mayor nivel, mayor dificultad para acceder y eliminar las células tumorales a pesar de la acción de trastuzumab. El Dr. Calon enfatizó que esto facilita una mejor selección de pacientes que se beneficiarán del tratamiento FAP-IL2v dirigido a desactivar la acción del microambiente tumoral. «Si filtramos a las personas en función de estas características, podemos aislar una población de pacientes resistentes al tratamiento que pueden ser objeto de esta molécula para restaurar la eficacia de la terapia contra el cáncer de mama», explica.
Ya existen fármacos disponibles que se pueden utilizar para conseguir este efecto, aunque se deben realizar más estudios para evaluar su aplicación en pacientes, según explica el Dr. Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología del Hospital del Mar, Director del Área de Investigación del Cáncer Programa en el IMIM-Hospital del Mar y coautor del estudio, señala. «El estudio identifica tumores en los que la resistencia a la terapia anti-HER2 es causada principalmente por un tipo de fibroblasto en lugar de otras causas. Este importante descubrimiento debe usarse para diseñar ensayos clínicos con medicamentos que superen esta resistencia solo para aquellos pacientes en quienes esta resistencia es Es aquí donde debemos avanzar hacia la oncología de precisión», añade el Dr. Albanell.
El trabajo se ha realizado en colaboración con investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), así como del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA de Valencia, y con el apoyo de la Fundación Privada Cellex Fundación, el Instituto de Salud Carlos III y la Asociación Española Contra el Cáncer.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por IMIM (Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas). Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.