La carga frontal de alcohol, o beber más rápido al comienzo de una sesión de bebida, puede estar asociada con patrones nocivos que pueden conducir a trastornos por consumo de alcohol y deben estudiarse, según los autores de un análisis publicado en Alcoholismo: investigación clínica y experimental. El análisis sugiere una evidencia creciente de que el comportamiento de consumo de alcohol de carga frontal está impulsado por efectos de recompensa más que por otros factores, como la tolerancia metabólica o el refuerzo negativo.
Algunos estudios han sugerido que la tasa de consumo de alcohol, no solo la cantidad de alcohol consumido, se correlaciona con los síntomas del trastorno por consumo de alcohol. La carga frontal no se define de manera uniforme en la literatura y, a veces, se combina con otros comportamientos de consumo de alcohol, como el consumo excesivo de alcohol y «antes del juego» o «antes de la fiesta». Sin embargo, estos comportamientos no necesariamente cumplen con los criterios de carga frontal, que los autores definen como un patrón de comportamiento en el que el sujeto bebe más durante el inicio del acceso al alcohol y consume suficiente alcohol durante ese período para producir rápidamente un efecto farmacológico. , como un ‘zumbido’.
El análisis revisó estudios que contienen informes de comportamiento de carga frontal en sujetos animales o humanos para determinar las posibles motivaciones para el comportamiento de carga frontal. Evidencia limitada pero creciente sugiere que los efectos gratificantes del alcohol impulsan un comportamiento de carga frontal, donde las personas aprenden que un consumo más rápido de alcohol conduce a una intoxicación más rápida y, por lo general, a una mayor recompensa. No hubo datos suficientes para identificar el refuerzo negativo, es decir, beber para aliviar la ansiedad, el estrés o los síntomas de abstinencia, como motivación para la carga inicial. Sin embargo, se necesita más investigación.
Los autores no encontraron evidencia para respaldar la tolerancia metabólica al alcohol como un impulsor de carga frontal, pero sugieren que no se puede descartar la tolerancia conductual crónica, donde el cerebro aprende a contrarrestar los efectos del alcohol. Beber más rápido puede permitir que las personas, por un tiempo, superen esa tolerancia y sientan con más fuerza los efectos deseados del alcohol. Se recomiendan estudios para evaluar efectivamente la tolerancia conductual.
La carga frontal no está bien estudiada, pero puede ser importante para comprender las causas del trastorno por consumo de alcohol. Los autores recomiendan investigaciones para abordar las brechas de conocimiento relacionadas con la carga frontal, incluidas las diferencias de género en la carga frontal, los diferentes contextos para la carga frontal, la tolerancia aguda y el refuerzo negativo como motivaciones para la carga frontal, y una mejor evaluación de la tolerancia conductual.
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Cherish E. Ardinger et al, Una revisión crítica de la carga frontal: un patrón de consumo desadaptativo impulsado por los efectos gratificantes del alcohol, Alcoholismo: investigación clínica y experimental (2022). DOI: 10.1111/acer.14924
Citación: Alcohol de ‘carga frontal’, un enfoque importante para la investigación futura (14 de octubre de 2022) recuperado el 14 de octubre de 2022 de https://medicalxpress.com/news/2022-10-front-loading-alcohol-important-focus-future .html
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