La sabiduría convencional sostiene que la ingesta baja en proteínas es esencial para los pacientes con enfermedad renal. Sin embargo, científicos de la Universidad Metropolitana de Osaka demostraron que podría no ser siempre el caso con su estudio reciente sobre la relación entre la ingesta de proteínas y la masa muscular esquelética en receptores de trasplantes de riñón. Sus hallazgos fueron publicados en Nutrición Clínica.
Se sabe que los pacientes con enfermedad renal crónica tienen sarcopenia inducida debido a la inflamación crónica, el hipercatabolismo, la disminución de la ingesta de nutrientes y la disminución de la actividad física asociada con el deterioro de la función renal. La recuperación de la función renal gracias a un trasplante renal exitoso es capaz de corregir o mejorar muchas de esas anomalías fisiológicas y metabólicas. Como resultado, los receptores de trasplante de riñón aumentan la masa muscular esquelética después del trasplante de riñón. Dado que la ingesta excesiva de proteínas empeora la función renal, se cree comúnmente que los pacientes con enfermedad renal crónica, incluidos los receptores de trasplantes de riñón, deben limitar la ingesta de proteínas para proteger sus riñones. Por otro lado, se ha sugerido que la restricción severa de proteínas puede empeorar la sarcopenia y afectar adversamente el pronóstico.
Dado que se recomienda la terapia de nutrición y ejercicio para mejorar la sarcopenia, se sospecha que la ingesta de proteínas se relaciona con la recuperación de la masa muscular esquelética después del trasplante de riñón. Sin embargo, pocos estudios han examinado la relación entre la masa muscular esquelética y la ingesta de proteínas en los receptores de trasplantes de riñón.
En respuesta a esta brecha, el grupo de investigación dirigido por el Dr. Akihiro Kosoku, el Dr. Tomoaki Iwai y el profesor Junji Uchida del Departamento de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad Metropolitana de Osaka investigó la relación entre los cambios en la masa muscular esquelética, medida por análisis de impedancia bioeléctrica, y la ingesta de proteínas, que se estimó a partir de la orina recolectada de 64 receptores de trasplante de riñón 12 meses después del trasplante de riñón. Los resultados mostraron que los cambios en la masa del músculo esquelético durante este período se correlacionaron positivamente con la ingesta de proteínas, y que la ingesta insuficiente de proteínas resultó en una disminución de la masa muscular.
El Dr. Iwai y el Dr. Kosoku comentaron: «Para mejorar la expectativa de vida de los receptores de trasplantes de riñón, se necesita más investigación para aclarar la ingesta óptima de proteínas para prevenir el deterioro de la función renal o la sarcopenia. Esperamos que la orientación nutricional, incluida la ingesta de proteínas, conducirá a una mejor esperanza de vida y pronóstico».
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad Metropolitana de Osaka. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.