La naturaleza no es ajena a la música notada. Las transcripciones de Olivier Messiaen trajeron el canto de los pájaros a la página; John Luther Adams escribe música sobre el cambio climático. En las composiciones de Andrew McIntosh, la naturaleza vuelve a aparecer, pero más como una impresión que como una traducción directa. Las texturas de las montañas, el viento y los árboles a menudo colorean las frases de telaraña del compositor de Los Ángeles, creando una sensación de expansión pero interior, construida a partir de un sonido contemplativo y de movimiento lento. El nuevo álbum de McIntosh pequeño jimmygrabado por el cuarteto de piano y percusión de Nueva York, Yarn/Wire, se basa en este estilo a través de tres meditaciones tranquilas, dos de las cuales se basan en el desierto de California y las experiencias de McIntosh en él.
Este álbum es otra entrada en la larga asociación de McIntosh y Yarn/Wire: en 2014, presentaron el igualmente pensativo Hienas en el Templo del Placer. Pero a diferencia de lo estrictamente instrumental hienasdos de los trabajos sobre pequeño jimmy use grabaciones de campo para contar su historia, dejando entrar los sonidos del exterior. La canción principal del álbum surge de grabaciones tomadas en abril de 2020 en el campamento de Little Jimmy Trail, en el Bosque Nacional Ángeles. Eso fue antes de que gran parte de Little Jimmy se quemara durante el incendio Bobcat, alterando su paisaje. Escasa y reflexiva, la música de McIntosh es una oda al lugar y al recuerdo de la tranquilidad que allí sintió.
McIntosh creció en el desierto de Nevada y actualmente vive en Los Ángeles, haciendo viajes regulares a los alrededores de la ciudad, donde encuentra inspiración en los pinos erizados de California y las ráfagas de viento que se arremolinan alrededor de las montañas. Para aproximarse a estos sonidos, utiliza técnicas extendidas e instrumentos inusuales. En “Little Jimmy”, una técnica de piano con arco, en la que el jugador toca las cuerdas del piano con un hilo de pescar en lugar de golpear las teclas, crea un tono hueco y resonante muy parecido al viento que susurra entre los árboles. En otros puntos de la pieza, melodías aleteantes y agudas resuenan como chirridos de pájaros agitados.
Esta música evoca la sensación de sumergirse gradualmente en su entorno, pero nunca se siente plácida. Está inquieto y en constante movimiento mientras mantiene un ritmo pausado, lo cual es una diferencia bienvenida con los trabajos que se enfocan únicamente en la serenidad de la Tierra. “Little Jimmy at the End of Winter” comienza con cantos de pájaros distantes y ráfagas de viento y se desarrolla en un piano disonante y un vibráfono rodante, equilibrando la quietud con la desolación. Hay una sensación de lamentación en estos momentos espeluznantes, un anhelo por un tiempo que ya no existe.
Mientras que gran parte de pequeño jimmy explora una sensación de nostalgia e incertidumbre, McIntosh se convierte gradualmente en una atmósfera más suave hacia el final. Los momentos finales de la música se sienten casi suspendidos en movimiento mientras el viento sopla alrededor del piano y los címbalos arqueados, emulando la sensación de deambular solo por el bosque, bañándose en su tranquilidad. Como una meditación sobre un lugar que ama McIntosh, pequeño jimmy es una tranquila carta de amor a la realidad en constante evolución de la vida en la Tierra.