Un guardia de seguridad ruso en el Centro Yeltsin de Ekaterimburgo que dibujó ojos en una pintura abstracta de la artista de vanguardia Anna Leporskaya en diciembre pasado fue declarado culpable de vandalismo por el tribunal de magistrados local el lunes. De acuerdo con la Periódico de artedeberá cumplir 180 horas de “trabajo obligatorio” y someterse a una “evaluación psiquiátrica”.
El cuadro, titulado tres figuras (1932-34), fue cedida al Centro Yeltsin por la Galería Estatal Tretyakov de Moscú y valorada en 75 millones de rublos (1,2 millones de dólares).
La noticia del vandalismo se conoció cuando los visitantes alertaron al personal de la galería de dos ojos toscos dibujados con bolígrafo en las figuras sin rostro de la pintura. Una investigación policial reveló que el culpable era Aleksandr Vasiliev, de 64 años, un guardia de seguridad empleado por una empresa privada. Era su primer día en el trabajo.
El Centro Yeltsin presentó una denuncia ante la policía, pero el Ministerio del Interior de Ekaterimburgo al principio se negó a presentar cargos contra Vasiliev ya que el daño se consideró “insignificante”. La pintura fue restaurada y desde entonces ha sido devuelta al Estado Tretyakov.
También ha trascendido la historia de vida de Vasiliev: es un veterano condecorado de las guerras afgana y chechena, en las que sufrió lesiones físicas y fisiológicas. También estaba luchando mentalmente con la muerte de su esposa y el asesinato de su hijo. En una entrevista con el sitio de noticias ruso E1, dijo que creía que la obra del siglo XX de Leporskaya era un «dibujo de niños» y afirmó que los adolescentes lo incitaron a desfigurarlo.
“Soy un tonto, ¿qué he hecho?”, dijo.
El Estado Tretyakov se ha negado a solicitar que se retiren los cargos contra Vasiliev. El 15 de agosto, el abogado de Vasiliev, Aleskei Bushmakov, compartió una carta en su página de Facebook que envió a Zelfira Tregulova, directora general de la Galería Tretyakov.
Escribió que “teniendo en cuenta las circunstancias del caso penal, el daño infligido a la pintura tres figuras” y “el alto nivel de atención pública en relación con el incidente”, el museo consideró cerrar el caso “a través de la reconciliación”, pero finalmente decidió que “no considera posible presentar tal apelación ante el magistrado”.