La cumbre de dos días organizada por Vox, el partido de extrema derecha de España que sigue ganando terreno en el país del sur de Europa, reunió a una fuerte alineación de políticos nacionalistas, populistas e iliberales del continente.
Algunas de las figuras importantes que asistirán son el primer ministro húngaro Viktor Orbán y su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki del PiS, así como la candidata presidencial de Francia, Marine Le Pen.
El líder de Vox, Santiago Abascal, «el objetivo es continuar el trabajo iniciado en la cumbre de Varsovia [in December], que describe como la defensa de «Europa contra las amenazas externas e internas mediante la promoción de una alternativa a la tendencia globalista que amenaza a la Unión Europea al atacar la soberanía de las naciones».
Vox es el tercer partido más grande de España en el parlamento, y sigue reuniendo simpatizantes antes de las elecciones generales de 2023.
Los nacionalistas anti-LGBT+ y antiinmigrantes podrían capturar hasta el 20,5 por ciento de los votos, frente al 10,3 por ciento en 2019, según una encuesta de enero realizada por Electomanía, un medio independiente que sigue las tendencias electorales españolas.
También están presentes políticos de extrema derecha de Austria, Bélgica, Bulgaria, Estonia, Lituania, Rumania y los Países Bajos.
En julio, Le Pen, Orbán, Abascal y el italiano Matteo Salvini firmaron una declaración conjunta junto con una docena más anunciando planes para una “gran alianza” en el Parlamento Europeo.
El objetivo, dijeron, de esta alianza es «reformar Europa».
Es importante señalar que Salvini, líder de la Lega Nord antiinmigración de Italia, no está en la cumbre de Madrid, ni estuvo en la reunión de Varsovia.
En diciembre, los partidos discutieron votaciones conjuntas sobre temas de soberanía e inmigración en el Parlamento Europeo, pero no llegaron a lograr una alianza formal.
Los partidos de derecha y a favor de la soberanía forman parte de dos grupos diferentes dentro del Parlamento Europeo, el grupo Identidad y Democracia, o ID, y los Conservadores y Reformistas Europeos, ECR.
No todos los asistentes a la cumbre de Madrid forman parte del mismo grupo.
El pasado mes de marzo, el partido de Orbán, Fidesz, abandonó el Partido Popular Europeo o PPE, de centroderecha, el mayor grupo del Parlamento Europeo. Ahora está buscando un nuevo grupo para unirse.
Tanto Polonia como Hungría se han visto enfrascados en una disputa con Bruselas por su aparente inversión de las normas democráticas de la UE. También luchan contra un mecanismo que vincula el pago de fondos de la UE al estado de derecho.
Ambos presentaron quejas ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el mecanismo y se espera que el fallo se dicte el 16 de febrero.