Nicole Scherzinger acusó al fundador de las Pussycat Dolls, Robin Antin, de incumplimiento de contrato y fraude por la fallida gira de reunión del grupo.
En una denuncia cruzada presentada en Los Ángeles, la líder del grupo afirmó que la coreógrafa, que fundó el grupo como un grupo de baile, «incumplió sus deberes y obligaciones con Scherzinger, dañó gravemente la buena voluntad de PCD y desperdició los fondos para la reunión planificada de PCD». recorrido».
De acuerdo a Piedra rodante, el equipo de Scherzinger también alegó que Antin dañó la marca de la banda «a través de trato propio, desperdicio y fraude» y al aceptar avances del promotor de la gira Live Nation y supuestamente dejar a Scherzinger sin otra opción que usar su propio dinero para generar publicidad. para la reunión del grupo en 2019 y el sencillo de regreso en 2020, React.
«La mala gestión y el trato propio de Antin habían dañado tanto a PCD que una gira de reunión en los términos que Antin exigía no era comercialmente factible y no podía ser rentable para Antin, Scherzinger u otros miembros de PCD», afirma el documento.
El cantante ha solicitado daños punitivos, tasas judiciales y «más alivio» que el tribunal considere necesario.
En respuesta a la denuncia, el abogado de Antin, Richard Busch, dijo que su cliente «niega con vehemencia estas acusaciones» y «prevalecerá» en los tribunales y calificó la acción legal de «absoluta desesperación».
En febrero de 2019, Scherzinger y Antin establecieron la nueva empresa comercial, PCD Worldwide, y acordaron la gira de reunión, en la que regresaron cinco de las seis estrellas originales y debía comenzar más tarde ese año. Sin embargo, se pospuso varias veces y finalmente se canceló este enero.
Antin presentó una demanda contra la líder en septiembre del año pasado alegando que se negaba a participar en la gira a menos que aumentara su participación en PCD Worldwide.
En ese momento, el abogado de Scherzinger calificó la denuncia de «ridícula y falsa», y en una respuesta legal oficial a principios de este año, su equipo calificó el caso como «un esfuerzo sin mérito».