LONDRES (AP) — Un tribunal británico rechazó una solicitud de los padres de un niño en coma para permitirles trasladar a su hijo a un hospicio cuando los médicos del hospital retiraron su tratamiento de soporte vital.
Salvo que se tomen más medidas legales, la decisión abriría la puerta a los médicos del Royal London Hospital para que pongan fin a los tratamientos de soporte vital para Archie Battersbee, de 12 años. Ha estado en coma desde principios de abril y los médicos creen que tiene muerte cerebral.
“Regreso a donde comencé, reconociendo la enormidad de lo que les espera a los padres y la familia de Archie. Su amor incondicional y su dedicación a Archie es un hilo conductor que atraviesa este caso”, escribió la jueza del Tribunal Superior Lucy Thies. “Espero que ahora Archie pueda tener la oportunidad de morir en circunstancias pacíficas, con la familia que significó tanto para él como claramente él lo es para ellos”.
La atención de Archie ha sido objeto de semanas de batallas legales, ya que sus padres intentaron obligar al hospital a continuar con los tratamientos de soporte vital y los médicos argumentaron que no había posibilidad de recuperación y que se le debería permitir morir.
La familia pidió permiso para trasladar a Archie a un hospicio después de que los tribunales británicos dictaminaran que lo mejor para él era terminar el tratamiento, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se negó a intervenir. El hospital dijo que la condición de Archie era tan inestable que moverlo aceleraría su muerte.
La disputa es el último caso del Reino Unido que enfrenta el juicio de los médicos contra los deseos de las familias. Según la ley británica, es común que los tribunales intervengan cuando los padres y los médicos no están de acuerdo con el tratamiento de un niño. En tales casos, el interés superior del niño prima sobre el derecho de los padres a decidir lo que creen que es mejor para su descendencia.