Hablando en la ceremonia, la ONU Secretario General António Guterres volvió a expresar su más sentido pésame a las familias de Zaida Catalán y Michael Sharp, quienes asistieron a la dedicación de Municiones abusadasuna escultura de vidrio que aparece en forma de bala de oro.
La Sra. Catalán, quien era de Suecia, y el Sr. Sharp, estadounidense, eran miembros de la Grupo de Expertos de la ONU sobre la RDCque apoya el trabajo de un Consejo de Seguridad Comité de supervisión de las medidas de sanciones impuestas a los grupos armados en el país.
‘Un crimen atroz’
“Zaida y Michael dedicaron sus vidas a promover los derechos humanos y la acción humanitaria; y para apoyar a las personas vulnerables”, dijo Señor Guterres.
Fueron secuestrados el 12 de marzo de 2017 mientras investigaban informes de atrocidades masivas en la inestable región de Kasai, tras los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno congoleño y las milicias armadas.
Las fuerzas de paz de la ONU encontraron sus cuerpos dos semanas después en las afueras de la ciudad de Kananga. Se desconoce el destino de su intérprete y de tres motociclistas.
En enero, un tribunal militar congoleño condenó a muerte a 51 personas por el asesinato de los dos expertos.
“Su asesinato fue un crimen atroz.”, dijo el jefe de la ONU.
«Fue un asalto a los valores de las Naciones Unidas – un ataque a la misión que innumerables mujeres y hombres en todo el mundo arriesgan sus vidas todos los días para defender”.
Dolor y sacrificio
Municiones abusadas honra esa misión, dijo el Secretario General, al imaginar el dolor de los objetos inanimados, en este caso, las balas, por el papel que juegan en la muerte y la destrucción.
“Naciones Unidas continúa ayudando a las autoridades congoleñas en su investigación y enjuiciamiento de los responsables del asesinato de Zaida y Michael, y la desaparición de los cuatro ciudadanos congoleños que estaban con ellos”, dijo a la reunión.
El Sr. Guterres agradeció a los gobiernos de Suecia y Estados Unidos, quienes regalaron la escultura a la ONU.
También agradeció a Thommy Bremberg, el artista sueco que creó la escultura, “por su mensaje de empatía y por honrar los logros y sacrificios del personal de las Naciones Unidas”.