Los votantes en un referéndum en Túnez el lunes respaldaron abrumadoramente una nueva constitución que otorga al presidente Kais Saied poderes casi totales, pero con solo una cuarta parte de los votantes elegibles participando, según una encuesta de salida, en medio de un boicot de los partidos de oposición.
La encuesta de Sigma Conseil dijo que el 92,3% de los votantes en el referéndum apoyaron la nueva constitución, que sin una tasa mínima de participación ahora se convertirá en ley.
La participación fue del 25%, mostró la encuesta de salida.
Los críticos de Saied lo acusan de un golpe de estado por derrocar al parlamento electo hace un año y pasar a gobernar por decreto, pasos que dicen se formalizarán en la nueva constitución, desmantelando la democracia ganada en una revolución de 2011.
La nueva constitución otorga al presidente poder sobre el gobierno y el poder judicial, al mismo tiempo que elimina los controles sobre su autoridad y debilita el parlamento.
Saied ha dicho que sus movimientos eran necesarios para salvar a Túnez de años de parálisis política y estancamiento económico bajo una constitución de 2014 que dividió el poder entre el parlamento y el presidente.
Sus movimientos iniciales contra el parlamento parecieron muy populares entre los tunecinos, ya que miles de personas inundaron las calles para apoyarlo, pero con pocos avances en abordar problemas económicos graves, ese apoyo puede haber disminuido.
Se observarán de cerca las cifras finales de participación en el referéndum y se espera que la comisión electoral publique su propia cifra preliminar más tarde el lunes.
La participación más baja de cualquier elección nacional desde la revolución de 2011, que desencadenó la Primavera Árabe, fue del 41% en 2019 para el parlamento que Saied disolvió.
Los opositores al presidente también han cuestionado la integridad de una votación realizada por una comisión electoral cuya junta directiva reemplazó Saied este año, y con menos observadores independientes que en anteriores elecciones tunecinas.