Conceptos erróneos, tabúes
Los conceptos erróneos sobre la donación de cerebros y los tabúes que rodean la muerte continúan persistiendo.
Para empezar, existe el mito de que la recuperación del cerebro se lleva a cabo en la frente, dijo el Dr. Sim de BBS.
Este concepto erróneo a menudo aviva el temor en una familia en duelo de que la donación de cerebro “desfiguraría el rostro del difunto o resultaría en la eliminación del cabello”, lo que dificultaría tener un funeral con ataúd abierto.
«Este no es el caso. La cara permanece intacta mientras se recupera el cerebro de la parte posterior de la cabeza, luego se sutura prolijamente y el área se cubre con el cabello del difunto… para asegurar un efecto mínimo en la apariencia del cuerpo”, explicó el Dr. Sim.
“La compañía de ataúdes contratada por BBS también se encargará de limpiar el corte antes de que el cuerpo sea devuelto a la familia para el funeral. Los funerales con ataúd abierto pueden proceder con normalidad”.
La muerte también sigue siendo un tema tabú en Singapur, agregó el Dr. Sim. “Por lo tanto, si bien las personas pueden estar interesadas en registrarse como donantes de cerebro, puede ser un desafío discutir sus planes y deseos para el final de la vida con sus familiares o seres queridos”.
Pero cuando tales conversaciones abiertas tienen lugar durante el proceso de redacción de sus testamentos y la Planificación avanzada de la atención, le permite a la persona “reflexionar sobre el legado que quiere dejar”, dijo.
La donación de cerebros se ve entonces como un «próximo paso natural» para garantizar que puedan continuar marcando la diferencia en las vidas de las generaciones futuras después de su fallecimiento.
“Es difícil imaginar la profundidad de la frustración causada por las condiciones neurodegenerativas que actualmente no tienen cura, como la demencia, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de las neuronas motoras, a menos que usted o un ser querido la haya sufrido”, dijo el Dr. Sim.
Varios donantes han compartido que “quieren que salga algo bueno de su enfermedad”, agregó. Al donar su cerebro para la investigación, esperan “ayudar a encontrar una cura o incluso prevenir que otros pacientes sufran estos trastornos cerebrales”.
Esta también es la filosofía que guía a los yips. Poder contribuir al futuro es su forma de hacer lo mejor posible en el presente.
“No se trata de que ese cambio suceda en esta vida”, dijo Vince.
“Habiendo pasado por este proceso, solo se trata de compartir nuestra experiencia. No solo el dolor de los cuidadores, sino también lo que pasó mi papá. Estaba a punto de jubilarse y la demencia le robó todo lo demás, los años que le quedaban”, agregó.
“Es algo por lo que no querrías que nadie pasara”.