Un grupo de investigadores ha desarrollado un enfoque completamente novedoso para tratar los trastornos alimentarios. Los científicos demostraron que un grupo de células nerviosas en el hipotálamo (las llamadas AgRP, neuronas peptídicas relacionadas con agutí) controlan la liberación de lisofosfolípidos endógenos, que a su vez controlan la excitabilidad de las células nerviosas en la corteza cerebral, lo que estimula la ingesta de alimentos. En este proceso, el paso crucial de la vía de señalización está controlado por la enzima autotaxina, responsable de la producción de ácido lisofosfatídico (LPA) en el cerebro como modulador de la actividad de la red. La administración de inhibidores de la autotaxina puede, por lo tanto, reducir significativamente tanto la ingesta excesiva de alimentos después del ayuno como la obesidad en modelos animales. El artículo ‘Las neuronas AgRP controlan el comportamiento de ingesta de alimentos en las sinapsis corticales a través de los lisofosfolípidos derivados de la periferia’ ha aparecido en Naturaleza Metabolismo.
Los trastornos alimentarios y especialmente la obesidad son una de las causas más comunes de una variedad de enfermedades en las sociedades industrializadas de todo el mundo, especialmente las enfermedades cardiovasculares con discapacidades permanentes o resultados fatales como ataques cardíacos, diabetes o accidentes cerebrovasculares. El Instituto Robert Koch informó en 2021 que el 67 % de los hombres y el 53 % de las mujeres en Alemania tienen sobrepeso. El 23 por ciento de los adultos tienen sobrepeso severo (obesidad). Los intentos de influir en el comportamiento alimentario con medicamentos hasta ahora han resultado ineficaces. Una novedosa terapia que module la excitabilidad de las redes que controlan la conducta alimentaria sería un paso decisivo para controlar esta obesidad generalizada.
El equipo de investigación encontró una mayor tasa de obesidad y la diabetes tipo II concomitante en personas con señalización LPA sináptica alterada. Un grupo dirigido por el Profesor Johannes Vogt (Facultad de Medicina, Universidad de Colonia), el Profesor Robert Nitsch (Facultad de Medicina, Universidad de Münster) y el Profesor Thomas Horvath (Escuela de Medicina de Yale, New Haven, EE. UU.) ha demostrado ahora que el control de la excitabilidad de las neuronas en la corteza cerebral por LPA juega un papel esencial en el control de la conducta alimentaria: las neuronas AgRP regulan la cantidad de lisofosfatidilcolina (LPC) en la sangre. A través del transporte activo, la LPC llega al cerebro, donde la enzima autotaxina (ATX) la convierte en LPA, que está activa en la sinapsis. Las señales LPA sinápticas estimulan redes específicas en el cerebro, lo que conduce a una mayor ingesta de alimentos.
En el modelo de ratón, después de un período de ayuno, un aumento de LPC en la sangre condujo a un aumento en la estimulación de LPA en el cerebro. Estos ratones mostraron un comportamiento típico de búsqueda de alimento. Ambos podrían normalizarse mediante la administración de inhibidores de la autotaxina. Los ratones obesos, por otro lado, perdieron peso cuando estos inhibidores se administraron de forma continua. Johannes Vogt explicó: ‘Vimos una reducción significativa en la ingesta excesiva de alimentos y la obesidad a través de la mutación genética y la inhibición farmacológica de ATX. Nuestros hallazgos fundamentales sobre la excitabilidad del cerebro controlada por LPA, en los que hemos trabajado durante años, también juegan un papel central para el comportamiento alimentario”. Robert Nitsch considera que los hallazgos son un paso importante hacia el desarrollo de nuevos fármacos: ‘Los datos muestran que las personas con una vía de señalización LPA sináptica alterada tienen más probabilidades de tener sobrepeso y sufrir diabetes tipo II. Esta es una fuerte indicación de un posible éxito terapéutico de los inhibidores de ATX, que actualmente estamos desarrollando junto con el Instituto Hans Knöll en Jena para su uso en humanos”.
Estos hallazgos sobre el control de la excitación de las redes neuronales en la conducta alimentaria a través de los lisofosfolípidos y las nuevas posibilidades terapéuticas que sugieren podrían contribuir en el futuro no solo al tratamiento de los trastornos alimentarios, sino también a enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad de Colonia. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.