Cientos de personas se manifestaron en Túnez el domingo en el segundo día de protestas contra un referéndum constitucional convocado por el presidente Kais Saied que, según sus opositores, consolidaría su control del poder.
La manifestación fue organizada por el Frente de Salvación, una coalición que incluye al islamista moderado Ennahda, el partido más grande en un parlamento que Saied disolvió en marzo.
Siguió a una protesta similar el sábado convocada por el Partido Constitucional Libre por el referéndum, y una huelga el jueves de un poderoso sindicato por los planes de reforma económica del gobierno, que paralizó gran parte del condado.
Los partidarios del presidente dicen que se enfrenta a las fuerzas de élite cuya torpeza y corrupción han condenado a Túnez a una década de parálisis política y estancamiento económico.
El jefe del comité de constitución del país dijo el sábado que entregará el nuevo borrador de lo que describió como una constitución democrática al presidente el lunes, antes del referéndum del 25 de julio.
Los principales partidos políticos del país dicen que boicotearán el plebiscito. Pero la oposición a Saied sigue fragmentada, como lo demuestran las manifestaciones separadas del fin de semana.
El domingo, los manifestantes marcharon por el centro de Túnez hasta la avenida Habib Bourguiba, vigilados por una fuerte presencia policial.
“Saied debe irse… La gente en las calles está constantemente en su contra, Saied”, dijo a Reuters el activista Chaima Issa. “La UGTT (sindicato) se declaró en huelga y los jueces están protestando. ¿Quieres gobernar a un pueblo que te rechaza?
Los jueces en Túnez extendieron el sábado su huelga nacional por tercera semana en protesta contra la decisión de Saied de despedir a 57 jueces el 1 de junio.
El presidente los acusó de corrupción y de proteger a los terroristas, cargos que, según la Asociación de Jueces de Túnez, tenían en su mayoría motivaciones políticas.
La medida de Saied aumentó las acusaciones en el país y en el extranjero de que ha consolidado el gobierno de un solo hombre después de asumir los poderes ejecutivos el verano pasado y dejar de lado la constitución de 2014 para gobernar por decreto.