El rey Felipe de Bélgica llegó a la República Democrática del Congo (RDC) para su primera visita oficial a la nación centroafricana.
El Monarca ha estado acompañado por su esposa, la Reina Mathilde, y altos funcionarios del gobierno para fomentar lazos más fuertes con la antigua colonia de su país.
La realeza belga recibió una cálida bienvenida al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Ndjili en la capital de la RDC, Kinshasa, para su visita de seis días.
La visita del rey Felipe a la República Democrática del Congo es la primera desde que ascendió al trono en 2013. Es vista como un intento de reconciliación luego de un duro gobierno colonial bajo su antepasado, el rey Leopoldo II.
Los historiadores estiman que hasta 10 millones de congoleños fueron asesinados entre 1885 y 1908 cuando el rey Leopoldo II era el gobernante absoluto de lo que entonces se conocía como el Estado Libre del Congo.
Está previsto que el rey Felipe deposite una ofrenda floral en un monumento conmemorativo de la guerra congoleño y pronuncie un discurso ante el parlamento el miércoles. Aunque su viaje tiene como objetivo forjar lazos más fuertes entre la República Democrática del Congo y Bélgica, no todos están contentos con su visita.
Algunos congoleños han estado pidiendo reparaciones por las atrocidades cometidas durante el período colonial.
Las autoridades belgas acordaron el año pasado devolver los restos del héroe de la independencia congoleño Patrice Lumumba, asesinado en 1961 por su postura anticolonial.
La visita de la realeza belga estaba programada para junio de 2020, pero se pospuso debido a la pandemia de coronavirus. -Reporte de Chris Ocamringa desde Kinshasa