6 de enero: trece reclusos de la cárcel del condado de Santa Bárbara dieron positivo por COVID-19 en un brote que comenzó el mes pasado y ha infectado a un total de 182 personas, según informó el jueves una portavoz del alguacil.
El brote se detectó por primera vez el 8 de diciembre en las instalaciones de la Cárcel Principal ubicada en 4436 Calle Real en Santa Bárbara después de que un recluso infectado se acostara entre otras 50 personas en un dormitorio masculino, según la portavoz Raquel Zick.
Los 13 reclusos infectados fueron identificados después de la última actualización del brote del Sheriff el martes. Hay 96 contagios activos de coronavirus, mientras que 82 internos se han recuperado y cuatro reclusos fueron liberados.
Además, solo 30 reclusos informaron síntomas de coronavirus, mientras que 151 estaban asintomáticos y una persona se negó a responder, según Zick.
Todos los reclusos que dan positivo por el coronavirus son monitoreados continuamente por el personal de custodia y los contratistas médicos de Wellpath. Los reclusos que dan positivo por el virus son trasladados a un área de la cárcel que tiene celdas de presión negativa y, en caso de un brote, solo se traslada a los reclusos con síntomas activos, según Zick.
Aquellos con enfermedades graves son transportados al hospital.
La Oficina del Sheriff trabajará con los funcionarios de Salud Pública del Condado y del Departamento de Salud Pública de California en la cárcel durante la duración del brote, según Zick.
Los esfuerzos para reducir la propagación del coronavirus dentro de la cárcel incluyen programas de incentivos para los reclusos. Con los fondos proporcionados por la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, los reclusos recibieron $20 para vacunas completas o $10 para una vacuna de refuerzo, y el dinero se agregó a sus cuentas de economato, según Zick.
El personal de Wellpath ha administrado más de 630 vacunas contra el coronavirus en las instalaciones, agregó Zick.